viernes, 28 de diciembre de 2012

Abismo.

Estoy gorda. Soy fea. Nadie me quiere. Me cortaré. Pondré todo lo que me ocurre en Facebook.
Esto, es lo típico que dice la chica perfecta del instituto que está delgada, que es preciosa, que tiene a todo el mundo babeando detrás de ella. Se cortará, sí, lo pondrá en Facebook, sí, luego tendrá a todo Dios detrás de ella.


No haces nada en todo el día. Deberías esforzarte más. Lo primero son los estudios.
Lo que siempre dicen los adultos. No verán tu esfuerzo, por mucho que lo intentes mostrar.


 Eres una gorda de mierda. ¡Adelgaza, foca! Eres tan fea que nunca nadie te querrá. 
No voy llamarlos amigos, pero sí, compañeros de clase.

¿Cómo narices esperan que me sienta bien conmigo misma, con tanta presión? No es justo, maldita sea...

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Despertar y ver que toda la mierda en tu vida sigue igual, no es nada agradable. Ver que el día seguirá siendo igual que el anterior del anterior del anterior del anterior... Agota. Hace que te hagas pensar "¿Realmente merece la pena?"
Vas al instituto y la gente sólo cuenta contigo cuando te necesitan, cuando quieran que seas su segundo plato, cuando quieren ayuda y tú puedes dársela.
Ves a tanta gente hablando de lo maravilloso que es el amor y tú sin embargo te sientes tan solo.... Sientes que nadie te querrá, que tú físico te lo impedirá, que tu forma de ser les hará marchar de tu lado. Pues, lo han hecho tantas veces, que te acabas acostumbrando, que te acabas alejando de todo el mundo por miedo a que alguien te importe y se aleje.
Por mucho que lo intentas, en el instituto los estudios no te van bien, las cosas no te quedan y eso hace que te odies. Odias el sentirte estúpido.
Llegas a casa, y a la mierda todo. Estás harto de sonreír, de hacer ver que estás bien cuando no... Y además, la familia no ayuda en absoluto, te ven y lo primero que te dicen es cualquier cosa que no has hecho o que deberías haber hecho.
Y te vas a dormir, y ves que no hay nadie con quién hablar, te sientes más solo que nunca. Empiezas a comerte la cabeza, acabas llorando y te acabas quedando dormido. Y entonces eres feliz, en sueños. Teniendo todo lo que quieres, siendo como deseas,...

El vivir esto cada día lo único que hace es que acabas sintiéndote muerto, acabas harto de actuar, acabas en el peor de los abismos. ¿Seguir adelante? ¿Cambiar? Te sientes atascado y has cambiado tantas veces, no ha ido bien ninguna de éstas, y acabas perdiendo la fe. Sin fe, sin esperanza, sin vida, machacado, hundido, con el auto estima bajísimo, ¿cómo vas a ser feliz? Buscas el amor (amor no de familia, amor más allá de la amistad), pero no encuentras a nadie que te acepte, que te quiera, a quien le gustes... Hay veces, en las que necesitas sentir el dolor para sentirte vivo y lo callas. Quedan cicatrices que al final te recordarán que fuiste fuerte, pero eso de ser fuerte te agota.

Y cada día suena en tu cabeza: "Si muriera, entonces os importaría... Incluso los que os alejasteis de mi, los que me dejasteis de lado, los que me odiabais, los que me hacíais sentir mal..."





1 comentario:

  1. Muy buen (¿auto?)relato. Me siento tan identificado...

    A veces, cuando creo en el destino (en el "mal" destino, ya que no creo que haya un "buen" destino, como el de que se conozcan dos personas que estén destinadas a amarse), pienso que ese es el mío; el de estar eternamente solo, sin nadie que me quiera ni me comprenda.

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