miércoles, 19 de diciembre de 2012

Esta rutina que te cansa hoy, podría cambiar mañana.
Esta triste lluvia dejará de golpear tu espalda.
Que si no es hoy, será mañana, que si no es mañana, no olvides tu esperanza.

Coincidencias, miradas, gestos, palabras, que al final todo acaban en la almohada.
Ese cosquilleo, esa impotencia. Esos celos sin ser nada. Esa posesión que queda en tu cabeza. Esa persona que cambia tus metas, que las crea, que te hace soñar, te hace volar, te hace imaginar... Esa persona que un día en tu vida entrará y esa maldita rutina entonces cesará.

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