domingo, 11 de noviembre de 2012

Ahora ella es mi musa.

Cada mañana era siempre lo mismo, lo extraño es que nunca me cansaba de aquella preciosa rutina. Ella estaba en mi vida...

Abrí los ojos, y la vi a ella, la más preciosa mujer, besándome.
-Buenos días, mi amor-me dijo sonriendo, apoyada en mi.
-Buenos días princesa-mientras me acercaba lentamente a besarle.
-¿Café?
Le sonreí, simplemente porque sabía todo lo que necesitaba, todo lo que quería, lo que me apetecía, con sólo una mirada... Era perfecta.
Se levantó de la cama y marchó de la habitación.

Entrando en la cocina, la vi sentada en una silla. Ahí estaba, tomando su vaso de leche fría, y en frente suyo había puesto otro vaso, éste era para mi.
Me senté. Sonriéndole, cogí el vaso del asa y lo acerqué a mis labios.
-¡Qué quema, bobo!
Y por hacer el tonto, solté una carcajada y eché un trago.
¡VAYA QUE SI QUEMABA! 
Y con lágrimas en los ojos, y una enorme llama en mi estómago le dije:
-¿Ves? No es para tanto.
Ella empezó a reír, se levantó, y me besó.

-Te voy a echar de menos, pequeña...
-Haz algo para entretenerte- me dijo sonriendo.
-¿Cómo qué?- le dije con la cabeza agachada - Todos tienen razón, mi familia, la tuya... Soy un fracaso. Tengo 24 años, estoy en el paro... y sin embargo tú...
Ella se acercó, me abrazó, y me susurró al oído:
-Mi vida, ya encontrarás algo, no te desesperes... Sabes que ellos no tienen razón, así que no te deprimas.- acarició mi rostro, y me dedicó una de sus preciosas sonrisas.

Estando sólo, en casa, la echaba muchísimo de menos, entonces me iba a aquella pequeña habitación en la cual, todo lo que había hecho colgaba por todas partes; dibujos, cuadros...en fin, obras de arte.

Siempre tuve el sueño de ser soldado, pero tuve un accidente que hizo que no pudiera. Sin embargo, mi mejor amigo sí que cumplió nuestro sueño...

Dos días más tarde... 
Yo estaba muy ilusionado, mi mejor amigo venía de nuevo a la ciudad y hacía muchísimo que no le veía.
Pero malas noticias llegaron... Llamó su madre para decir que éste, había muerto en la guerra...
Ella estaba delante mío, estaba mirándome, mientras yo me derrumbaba al saber la noticia...
Sentí que no podía seguir de pie, mis rodillas se volvieron débiles y caí al suelo. Caí y empecé a llorar sin consuelo.
Ella se acercó a mi, yo me sentía muy avergonzado.
-Di que todavía soy el soldado de tus ojos...-conseguí decir entre lágrimas.
Acercó sus manos a mi cara, hizo que lentamente pusiera mis ojos rojos y llenos de lágrimas en los suyos -que también ella estaba llorando al ver mi dolor- y dijo con una voz muy dulce:
-Mi amor; todavía sigues siendo el soldado de mis ojos, nunca dejarás de serlo.
Eso me hizo sonreír.

-¿Sabes qué? Eres mi muso.
-¿Tu qué?- dije riendo.
-Mi muso... Me inspiro en ti para dibujar, para pintar, para crear... -mientras acariciaba mi cabello.
-Oh... Pues, espero que sea tu único muso, y que no haya otro, con una excepción.
-¿Qué excepción?
-Nuestro hijo.
Ella me miró con ilusión, se sonrojó, y dijo entre risillas nerviosas:
-Eres estúpido.
-Soy muy muy estúpido... Pero soy completamente tuyo.
-Eres mío.


Ella curó mis heridas, ella me lo dio todo, pero ya no está... Sólo quedan nuestros recuerdos, sus obras de arte, que ahora cuelgan de mi corazón, mis ilusiones rotas, y mis heridas...

Me fui a la cama, completamente solo, después de un mes, y yo seguía roto.

Abrí mis ojos, y la vi encima mío, acercándose para besarme.
-¿Qué haces aquí?
-Despertarte-dijo con su dulce voz y sus ojos llenos de ilusión.
-Pero... no, tú no estás... no...
-Te amo, mi amor.
-Sigo siendo tuyo... Soy tuyo. No importa donde estés...-dije entre lágrimas.
Me desperté, y yo seguía tan sólo como cuando me acosté.


[ESTE RELATO ESTÁ INSPIRADO EN LA CANCIÓN "I'M YOURS" DE THE SCRIPT.]
(Clic aquí para abrir la canción.)

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