sábado, 18 de mayo de 2013

Amor entre otras drogas.

Podría pasarme días enteros hablando sobre el amor y la droga. Pero, y aunque no lo parezca, estoy demasiado ocupada para ello. Además, ahora no soy más que una enamorada fumada.

Y yo... yo que te escribo con el corazón; mi corazón, que late y bombea mi sangre, que me mantiene viva, que hace que pueda escribirte moviendo mis dedos y mi mano, mi corazón... El pobre que un día saldrá de mi pecho, o al menos, eso parece a veces. Pues, amor, ¡ay cuando escucho tu voz, cuanto te veo sonreír! Y cuando me tocas.... cuando me miras... Y con sólo verte, los latidos de éste, mi corazón, a veces late incluso demasiado exagerado. Y éste, que va acompañado de un cosquilleo que nace y muere en mi estómago, y de una cara de estúpida en mi rostro. 

Y tú... tú que no me lees, mientras que yo te pienso y te escribo, tú que me ves cuando yo te miro. Tú que me escuchas cuando yo te oigo... ¿me amas como yo te amo, o sólo me quieres? 

1 comentario:

  1. Preciosa entrada y blog en general.

    http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es

    ResponderEliminar