domingo, 3 de diciembre de 2017

Primavera

No tengo nada, lo perdí todo.

Recuerdo haber tenido un padre, y una madre, ya hace tiempo.
¿Pero de quién eres hijo cuando no te quiere ni el viento?

Me acostumbré a caminar por cualquier bordillo o precipicio,
siempre esperando la muerte detrás de cualquier cuchillo.

¿Y qué te queda cuando ya no queda ninguna botella?
Pégate un tiro y enhorabuena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario