domingo, 28 de julio de 2013

Lucha en mi interior.

Siento como si todo se derrumbase. Como si todos mis problemas, todas esas cosas que me comen la cabeza, mis monstruos, mis debilidades y todas esas cosas malas tomasen el control de mi mente. Como si empezasen a apretarme como si fuesen cuatro paredes que se hacen pequeñas, muy pequeñas. Siento cómo me asfixio por culpa de ellos.
Siento un fuerte dolor en el pecho, como un pinchazo. Siento un cosquilleo muy desagradable en las manos.

Mientras mi corazón acelera, mi respiración igual; ya que el aire me empieza a faltar.

Siento miedo a todo. Miedo a la oscuridad, a la soledad, miedo a la muerte. Sé que no estoy sola, hay personas a mi alrededor; pero sigo sintiéndome completamente abandonada. Como si todo el mundo hubiese perdido la esperanza en mi (si es que alguna vez la tuvieron), y se hubiesen marchado. Toda esa gente habla, ríe, vive... están en mi cabeza, en realidad. Yo estoy sola en mi habitación, agarrándome como si mi cuerpo fuese lo último que me quedase. He perdido la esperanza, y... sólo me tengo a mi.  Y yo estoy perdiendo la cabeza, buscando un "por qué" a todo. 

"¿Por qué la gente importante marcha? ¿Por qué, si te quisieron tanto? ¿En serio es posible? ¿Por qué este dolor? ¿Por qué el tiempo pasa tan rápido y lento a la vez? ¿Por qué no puedo cambiar? ¿Por qué es todo tan monótono? ¿Por qué nadie me puede aceptar? ¿Por qué nadie me quiere siendo como soy? ¿Por qué soy como soy? ¿Por qué me siento tan sola teniendo amigos? ¿Por qué sigo aquí?"

Dentro de mi, estoy a oscuras. Me siento como si estuviese en la típica casa de las películas de terror. Es oscura, fuera no hay más que nubes y animales que me aterran. Y no hay nadie, sólo yo, en un lugar donde las personas no están. Pero esta casa, a diferencia de la que imagináis, es muy pequeña; como ya dije. Está ahogándome, dejándome sin aire. Son ellos: mis monstruos. Monstruos convertidos en paredes. 

Ya no puedo aguantar más, las paredes me aprietan más y más... hasta que caen. Caen encima mío. 

Empiezo a llorar, sintiendo mucho miedo y cosas terribles. Viendo las nubes grises que hay encima mío y de las paredes, en el cielo. Estoy pidiendo ayuda, pero no hay nadie que pueda escucharme. Sólo esos animales intentando acabar conmigo. Mientras, yo poco a poco, me doy cuenta, de que soy mi mayor enemigo; que yo siempre he puesto esa pequeña pieza que necesitaba para derrumbarme. Pero ya no puedo más. Cierro los ojos y me dedico a llorar. Me quedo dormida, y al despertar, me doy cuenta de que aquello había sido un sueño. Pero, ¿no había sido demasiado real? 

Levanto un poco mi camiseta, y veo arañazos en mi cuerpo. Como en el "sueño", cuando había empezado a agarrarme por la desesperación. ¿Y si no había sido sólo un sueño? 

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