lunes, 18 de marzo de 2013

Deja que la lluvia golpee tu cuerpo, que lo acaricie, que lo moje. Deja que mis labios rocen los tuyos, que mi lengua pelee con la tuya. Deja que mis manos acaricien todo tu cuerpo. Déjame y te amaré.
Tal vez la lluvia te inunde, tal vez sientas que te ahogas, pero yo te ayudaré a nadar. Tal vez vengan días fríos; yo re daré todo mi calor y mi amor. Y no te desesperes en los días oscuros, yo intentaré guiarte con la luz de mi corazón, con la luz de mi sincero amor.
Cuando tu esperanza empiece a escasear, yo estaré ahí para darte razones por las cual luchar.

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