domingo, 21 de abril de 2013

De Minnesota a Nueva York.

-Chicos, he de marcharme ya, pronto serán las ocho y he de llamar a Delilah.

-¿No te cansas de no verla y de tener que llamarla cada día?- dijo John burlándose.

-Nunca me cansaré de hacerlo.-dije enfurruñado- Pero... ¿sabes qué? Yo sé que vale la pena. Estamos enamorados.

-Estás jodidamente acapullado- dijo Danny.

Les guiñé un ojo, me levanté de la mesa, y me dirigí a la puerta.

-Perdón, señorita. Pagan ellos por mi.-dije a la chica del bar mientras salía riendo.




Cogí el teléfono, marqué su número y sonriendo con un estúpido me tumbé boca arriba en la cama.

-¿Tom?- preguntó ella con ilusión, como cada noche hacía.

-Hey, Delilah. -dije con voz de idiota.- Ya echaba en falta tu voz. ¿Cómo va todo por Nueva York?

-Todo bien. Hace buen tiempo, hice dos exámenes que me salieron bastante bien... pero me falta mi chico.

-Oh, ¿y cómo es ese chico tuyo?

-Es... mío. Y es perfecto para mí. -dijo con risa nerviosa- Pero está en Minnesota, a mil millas de distancia de mí...

-No sé quién es ese chico, pero si él no muere por ti, si él no está como loco y muy muy enamorado... Siento decirte que ese hombre es estúpido.

-Te amo, ¿sabes? 

-Lo sé.

-Oh, me he comprado un vestido nuevo. Mañana es el aniversario de mis tíos, y me lo probé. ¿Quieres que te envíe la foto?

-¡Claro!


Abrí el correo, y ahí estaba ella... Cómo la echaba de menos. Esa sonrisa suya... ese pelo oscuro y largo... Esa mirada tan brillante...

-Estás preciosa- susurré - Ni el Time Square brilla tanto como tú. 

-No seas estúpido- dijo riendo.

-Te juro que es verdad... Me quedé embobado- dije con una risa de vergüenza.

-Echo muy en falta tus besos, tus caricias y tenerte aquí conmigo... se hace muy difícil.

-¿Difícil estar conmigo estando lejos, dices?

-Sí... -suspiró.

-Hey, Delilah, no te preocupes por la distancia, sabes que siempre me tendrás ahí. Sabes, que si alguna vez te sientes sola puedes llamarme a cualquier hora y me tendrás hablándote y cantándote sólo para ti.

-Lo sé, Tom, pero...

-Estoy a tu lado, estaré a tu lado. Juntos lucharemos. ¿No irás a dejarme después de lo que me has hecho, no?

-¿Qué te he hecho?

-¡Maldita sea! ¡Tenerme tan enamorado, y ahora con el estómago lleno de mariposas que se están convirtiendo en leones!

Se puso a reír. Su sonrisa me llenaba de vida.

-Sé que no es fácil, pero créeme, estoy esforzándome por pagar el viaje y pronto estaré contigo en Nueva York.

-¿Crees que cantando conseguirás el dinero?

-Si lo hago con el corazón sí.

-¿Te imaginas una vida juntos? ¿La quieres? -me preguntó.

-¿Lo dudas? ¡Cada noche lo hago! ¡Cada día, cada hora...! Me tienes atontado. Estoy seguro, además, de que lo que sueño ocurrirá.

-Confío en tu palabra, cariño.

-¡Así me gusta! -dije riendo- Tengo tantas cosas que decirte, tantas canciones que te he escrito... 

-Siempre me dejan sin aliento y sin palabras.

-Por razones así escribiría canciones para ti a todas horas, y que así te enamoraras más de mí. Te amo demasiado, demasiado, demasiado, demasiado.

-¿Tanto me amas?

-Mil millas parecen demasiado, pero yo las recorrería por ti andando.

-Nunca nadie podría entender nuestro amor... y eso es lo que nos hace tan especiales. 

-Delilah, te prometo que con el tiempo acabaremos juntos.

-Mi mundo... el mundo en si cambiaría.

-Y todo por tu culpa. - solté entre risas nerviosas.

-Amo tu voz.

-Eso suena a un "te echo de menos, pero por lo menos puedo oír tu voz", y yo te contesto: no me eches de menos, dos años más y todo habrá acabado. Y cuando pueda pagar el viaje, y no tengas más exámenes, sabes que iré a verte. Sabes que esta lucha y este esfuerzo es por ti y que no me voy a rendir. Por ti haría cualquier cosa.

-Me gustaría casarme contigo.

-Y tendremos hijos, y venderemos mi casa y compraremos otra más grande... Haremos lo que queramos, amor.


Después de dos horas hablando, ella se fue a cenar. Yo alargué el brazo y  dejé el teléfono en la mesilla de noche, me giré y miré el lado izquierdo, donde ella solía dormir. Cerré los ojos con fuerza, agarré la almohada y me quedé dormido pensando en ella... en como sería cuando volviéramos a estar juntos.




[ Relato basado en la canción Hey There Delilah de Plain White T's. ]

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