viernes, 26 de octubre de 2012

Deja que mi corazón hable.

Un corazón roto se ha pasado por aquí, para decir cómo se siente.

Me siento sola, y por eso escribo, porque aunque nadie me lea yo me siento "acompañada", o al menos menos sola cuando escribo, es como si a alguien le importaran mis sentimientos...

No es sólo soledad lo que habita en mi corazón, es dolor, es anhelo, es... es la falta de fe que hay en mi, es todas estas pocas ganas que tengo de vivir...

Busco que alguien me comprenda a través de canciones, ¿y quién no lo ha hecho? Pero ninguna puede decir lo que mi corazón calla y encierra.

No sólo he perdido la fe, también he perdido mis sueños, también he perdido a mis mejores amigos... ¿Por qué? Porque estoy empezando a aislarme del mundo, estoy hundiéndome y cada vez tengo más ganas de dejar de luchar, de coger, y acabar lo que un tres de septiembre empezó. Sé que soy joven, pero llevo demasiado tiempo luchando, llevo demasiado dolor guardado y realmente siento que no sirvo para nada.

Estoy vacía, sin ganas de vivir. Me despierto por las mañanas llorando o con el corazón roto y el alma muerta, pues cada noche él viene a verme a mis sueños; el me brinda esperanza, amor, cariño, pasión, y me hace sentir como un día en la realidad lo hizo... me hizo sentir especial y amada. Querida y aceptada por primera vez. Después de despertar, todo se basa en interpretar; en actuar y hacer como si mi vida fuera genial. Con esas marcas en mis muñecas tapadas. Es llegar a casa, y dejar de actuar... al menos, dejar un poco ese papel de chica feliz. Se me nota en la cara que vivo muerta, que no tengo esperanza ni ganas de vivir, ¿y lo peor de todo? Que en casa tampoco me hacen sentir mejor... Llega la noche, y mis pesadillas empiezan de nuevo; mi corazón no calla, mi mente está también gritando, le están aclamando, le están pidiendo que por favor, cure este daño y lo cambie por amor. Pero, corazón, alma, razón y yo, sabemos que ésto ya pasó, que ya no volverá a ocurrir nada de nada... Que nuestra historia de dos, ahora es... Nada. No es nada, ahora cada uno tiene su historia diferente. Y llega la hora de dormir, creo que las únicas horas en las que soy feliz... cuando él y yo estamos juntos, amándonos, besándonos, diciéndonos lo mucho que nos amamos, demostrando el uno al otro que es nuestra razón... Despierto, y de vuelta a empezar.

¿En serio merece la pena? me pregunto yo... Antes de estar así, diría segurísima que si, pero he perdido la fe, he perdido las ganas de vivir, he perdido la felicidad, he perdido al amor de mi vida, estoy hecha pedazos y... simplemente me he perdido a mi misma.






1 comentario:

  1. No tienes que sentirte asi, sabes de sobra que yo estoy aqui, y creo que te he demostrado mas que cualquier otra persona en tu vida.. te brindo oportunidades de ser feliz.. y tu, aun diciendo que tu vida es una mierda y que en tu casa te tratan como una mierda, rechazas esa proposición porque no quieres dejar a tus padres de lado.. si te sientes asi, creo que SOY lo bastante capacitado como para hacer que dejes esa idea de lado. Cuando estemos juntos..

    ResponderEliminar